¿Comunicamos o escuchamos?

¿Comunicamos o escuchamos?

Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro” Albert Camus

Desde que era pequeño me decían que era muy importante escuchar para aprender y también para opinar o responder. No era fácil porque me gustaba y me gusta hablar, eso sí, reconozco que sigo aprendiendo a escuchar y no pensar en la respuesta u opinión mientras estoy escuchando.

Seguro que os ha pasado alguna vez o nos sigue pasando.

Así quiero comenzar mi reflexión sobre la comunicación, el contar, el decir, describir, el saber explicar. Pero necesitamos escuchar para avanzar.

Por mi experiencia en el mundo de la cooperación al desarrollo y en el ámbito social nos llenamos la boca cuando hablamos de la importancia de la comunicación. Saber comunicar, llegar a la gente, pero, ¿cómo llegamos, transmitimos y/o contamos? ¿escuchamos a la gente? Ah, quizás no nos escuchamos ni nos comunicamos a nivel interno. Vaya.

Muchas preguntas y, quizás, pocas respuestas que nos ayuden a avanzar en la forma de comunicar lo que hacemos. Siento que estamos instalados en la “queja” como forma de expresión y nos falta la reflexión para pasar a la acción. En mi opinión, comunicar significa pasar la acción, no siempre llegando a la emoción sino haciendo más sencillo el mensaje. Poder conseguir “frescura comunicativa” sería muy interesante. Frescura en el sentido de mensaje sencillo y cercano.

Expliquemos y traduzcamos el mensaje, las palabras, esas siglas que nos confunden tanto, para que las personas que quieren escuchar hagan una buena “digestión comunicativa”.

Queremos aprender a escuchar y no podemos olvidar mejorar la forma de contar lo que hacemos.

Comunicar y escuchar, escuchar y comunicar. Palabras clave que deberíamos trabajar en cada momento en el que pensamos en contar algo que pueda ser de interés o que consigamos que tenga ese interés.

Esta reflexión puede parecer simplista, quizás, pero no pretendo hacer un recorrido por la literatura académica sobre el tema, tan sólo cuestiones básicas que deberíamos tener en cuenta a la hora de plantear una buena comunicación.

Pero nos falta hablar sobre un tema clave, que no es otro que la consideración que tiene la comunicación en las organizaciones sociales. Si antes he hablado de la importancia que tiene la comunicación para una gran mayoría de la gente de estas organizaciones, la coherencia con esta afirmación no es del todo cierta. Basta mirar los recursos (humanos y económicos) destinados para trabajarla y la importancia que se le da dentro de las mismas.

La información es poder y por este motivo la teoría queda lejos de la práctica a la hora de dotar a la comunicación de estructura y objetivos para desarrollar. La comunicación se convierte en una “tarea acumulada” junto a otras que esa o esas personas puedan desarrollar en su trabajo diario.

Comparto la definición y el trabajo sobre “Comunicación clara” que consiste en transmitir de forma fácil, directa, transparente, simple y eficaz información relevante para el ciudadano o los consumidores.

Entonces, ¿comunicamos o escuchamos? Acepto reflexiones para avanzar. Gracias.

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