Un café on-line sobre la (in)corrección política

Desde hace un año, más o menos, quedamos para perogrullear. Carmen, Valentín, Verónica y yo. Compartimos reflexiones y cosas que nos rondan la cabeza y sacamos conclusiones. También quedamos para tomar café, o simplemente cotillear. Vamos, lo que cualquier persona normal.

Esta vez Verónica y yo decidimos quedar online para hablar de nuestras cosas. Esta idea surgió, como no podría ser de otra forma, en un café de sobremesa cuya foto ponemos como evidencia. Dijimos de conversar como cuando la gente hablaba por Messenger. Una conversación casual, pero sobre un tema concreto: la (in) corrección política.

Es una conversación sin censuras… a ver qué os parece. Si alguien quiere continuarla el espacio de comentarios está abierto. Nos molaría saber qué opináis.

Jorge, 13:59

Hola, aquí estoy

Verónica, 14:18

Hola

Ahora sí

Esto de las tecnologías es lo que tiene: a veces fallan

Jorge, 14:18

Ya, ya

Que estabas de cafelito

Verónica, 14:19

A decir verdad, me apetece un café

No me lo he tomado, por eso de no abusar

Jorge, 14:19

Pues tómatelo

Verónica, 14:27

¿Le has dado una vuelta a lo que hablábamos el otro día?

Lo de si como personas abusamos de la corrección política, digo.

Y que eso hace que a veces no seamos capaces de entendernos o que nos alejemos demasiado…

Jorge, 14:29

He pensado algo, sí

Resumiendo mucho, soy más de incorrección política que de corrección

Aunque es un tema al que darle vueltas

Pero seguro que tú has pensado más (y mejor) que yo

Verónica, 14:31

No creo que sea un tema excluyente

Quiero decir: no se trata de o estás a favor o estás en contra.

El otro día hablando con un amigo me di cuenta de que se me acababan los eufemismos para hablar de un tema sin resultar ofensiva, y luego leí esto: http://www.elmundotoday.com/2018/02/un-nino-dice-su-primera-palabra-y-ofende-a-varios-colectivos/

Jorge, 14:33

Mira, ahí estoy en contra de la corrección política

Las cosas hay que llamarlas por su nombre

El Mundo Today, un claro ejemplo de que la incorrección política hace llegar el mensaje

Estaba pensando en un artículo de Chema Vera que decía que el gobierno era el primer y único responsable en el tema de la acogida de refugiados

Hasta decir eso cuesta

Verónica, 14:34

¿A qué te refieres?

¿A que puede acarrear consecuencias?

Jorge, 14:38

Y añadía una frase que me encantó: «No nos confundamos, la responsabilidad hay que exigirla donde está. El resto es sensibilización amable»

Verónica, 14:39

Puede ser. Ahora, no digo que se trate de usar palabras que están desfasadas o que ya deberían de haberse descatalogado de la RAE, sino de no tener miedo de usar los adjetivos calificativos que corresponden cuando es el momento

Jorge, 14:39

Por ejemplo, decir trabajo de mierda

¿Te refieres a eso?

Verónica, 14:40

Pensando como organización… ¿no crees que esto pueda tener un doble efecto? Positivo, por decir las cosas como son (o como creemos que son en un diagnóstico compartido :-)) o, negativo por decirlas sin tapujos.

Hay un poco de purismo con el tema, ¿no crees?

Jorge, 14:42

Creo que el efecto positivo compensa al negativo, por eso decía al principio que soy más de la incorrección

Verónica, 14:42

Dame un ejemplo…

Jorge, 14:42

El purismo, decirlo todo impecablemente, quita naturalidad, cercanía,… Luego nos quejamos de que el mensaje no llega

Verónica, 14:43

A mí se me ocurren varios, pero no sé si es mezclar temas.

Jorge, 14:43

Lo que escribías el otro día: ¿en vez de colapso civilizatorio, que nadie entiende, por qué no decimos que nos vamos al carajo que es universal?

Quizá algunos sectores de la sociedad no compartan la forma de decirlo, pero una mayoría lo va a entender, que es el objetivo

Otro ejemplo, vuelvo con lo del trabajo. En vez de trabajo precario, ¿por qué no trabajo de mierda?

Verónica, 14:44

Supongo que es más fácil así. Es como cuando en los anuncios de una empresa de alarmas te ponen frases hechas de las conversaciones de sobremesa «lo ganas en seguridad», «es que no duermo hasta que no sé que habéis llegado bien»,…

Jorge, 14:45

En ese sentido, lo de los trabajos mierder de Intermón es un avance

Ya, pero cuando estás hablando de temas muy complejos el barniz de corrección política sólo dificulta la comprensión del mensaje

No es lo mismo hablar de «me roban» que del funcionamiento de la economía global

Verónica, 14:47

Entiendo. Pero también me refiero a otra cosa: ¿nos está impidiendo la corrección política hablar con claridad?

No digo que no haga falta cambiar el lenguaje (en esto, las feministas llevan mucho debate avanzado). Sino que, si queremos cambiar nuestra forma de ver, hacer, entender… ¿no sería más fácil relacionarnos con las croquetas del domingo o con el aperitivo del sábado, que con la interrelación e interdependencia de los procesos globales?

Ojo – no quiero subestimar a nadie porque creo que todas las personas somos capaces de entender esta complejidad… pero si en lugar de decir «cambio sistémico del modelo» dijéramos «repensar el capitalismo»… ¿no sería más fácil, más comprensible?

Mira, hace tiempo estuvimos en una actividad en la que se hablaba de las migraciones… la problemática, etc., etc. Mojarse o no mojarse… ¿pero en qué? El tema es: hay quien se está yendo de sus casas porque no tiene acceso a cubrir sus necesidades básicas. ¿Apuntamos a los responsables? Más allá de los Estados, ¿quiénes se están lucrando de ese negocio?

Jorge, 14:54

Lo que decía antes. Que no se apunta a los responsables, «al enemigo» decían en una reunión ayer

Por supuesto que hay que contar que hay gente que se va de sus casas, hay que entender qué pasa, pero hay que ir a las causas y eso suele tener nombre y apellidos

Los mercados no especulan con alimentos, especulan unas cuantas entidades con el dinero de muchas personas

Verónica, 14:56

Claro. ¿Y quiénes son «los mercados»? Ese término tan genérico con el que casi todas las personas nos sentimos a gusto. Señalar pero sin decir nada… verdad y generalización aceptada, sin debate en profundidad sobre lo que está detrás de esta idea.

Jorge, 14:57

Pues eso, eufemismos, palabras vagas, que esconden la realidad

Por ejemplo, si hablas de Yemen puedes hablar sólo de las consecuencias de los bombardeos, que son importantes, o añadir que hay gente lucrándose de ese conflicto, que hay cientos de intereses particulares, etc.

Es la diferencia entre la sensibilización amable y señalar a los responsables

Sólo apuntando a las consecuencias no vamos a conseguir que la gente haga algo

Hay que ir a las causas y ahí hay nombres y apellidos

Y ahí tienes que dejarte de correcciones políticas

Doy un giro al tema, ¿te parece?

Verónica, 15:02

Estoy de acuerdo – en general. Pero ¿qué hacemos con el miedo?

Venga, da un giro

Jorge, 15:02

Si quieres seguimos y luego doy el giro

¿A qué te refieres con miedo?

Verónica, 15:03

Al miedo que tenemos por ser correctas o incorrectas

Jorge, 15:05

Supongo que está relacionado con el miedo al posicionamiento político

Todo va relacionado

Verónica, 15:05

¿Significarnos?

¿Que sepan lo que pensamos?

Jorge, 15:07

Que a tus socios no les parezca bien que le des caña a tal o cual gobierno, temas de financiación, hay que tener certezas (y eso requiere investigación) si vas a señalar a alguien,…

Supongo que da un poco de vértigo

Verónica,15:07

Sí – requiere certeza: invertir en generar conocimientos

Estoy de acuerdo

Otro gran tema del que hablar en algún momento–> qué datos y conocimientos ponemos a disposición de la gente

Jorge, 15:09

Pero también es verdad que hay mucha información disponible, no es imprescindible que la generes tú

Puedes tirar de otros para eso

Voy con mi giro, que no lo quiero dejar fuera

Lo de la incorrección también es importante dentro de las organizaciones

Leí a Asier Gallastegi que decía que hay que cuidar a los irritadores para generar procesos de cambio

«Cuidar a los irritadores. Son puertas de acceso incomodas para lo nuevo. Nos enfadan las personas que nos sacan del bienestar y del equilibrio, por precario que este sea. Crecer pasa por escuchar lo que nos saca del comfort. Ayuda pensar que estas personas no hablan solo de si, nos cuentan cosas de la organización que aun no hemos visto, son portavoces de lo que toca mover.»

Eso decía

Lo políticamente correcto es también una causa de parálisis

Y en este mundo hay que estar en cambio permanente

Verónica, 15:11

Supongo que siempre tiene que haber alguien que nade en contra… O como decía aquel refrán «sólo los peces que están muertos nadan en favor de la corriente»

Jorge, 15:12

Pero, claro, los irritadores, los protestones, los inconformistas no suelen ser las más queridas por las direcciones y departamentos de recursos humanos

Es decir, que una organización de personas políticamente correctas no avanza

¿Cómo lo ves?

Verónica, 15:13

Es verdad. Si resulta incómodo, mejor no lo hablemos. Si no está «alineado», no lo discutamos. Todo lo que no seamos capaces de agrupar en un mismo bloque, son las ovejas que se salen del rebaño. ¿Queremos un rebaño de ovejas uniformes?

Jorge, 15:14

Este es el post, muy interesante

http://korapilatzen.com/2013/11/25/lo-nuevo-en-lo-viejo-sin-haberlo-deseado-me-ha-salido-un-decalogo-sobre-procesos-de-cambio/#more-3076

Verónica, 15:15

Me gusta: cuidar a los irritadores, las redes de irritadores y comunicar y contagiar.

Aquí hay otro bueno :-):

https://www.revistaelestornudo.com/mundo-no-posible-diccionario/

Jorge, 15:16

Pues sí, necesitamos otro diccionario

Más claridad

Quizá más valentía para señalar

Y muchos irritadores dentro y fuera

Con eso lo mismo cambiamos el mundo, ¿no?

Verónica, 15:18

Necesitamos valentía, de acuerdo. Claridad y no tener miedo a estar en desacuerdo.

Las discusiones que “levantan ampollas” nos cuestan. También nos cuesta decir lo que de verdad pensamos.

Jorge, 15:19

Como primera discusión no está nada mal.

Verónica, 15:20

Sí. Pero de momento hay que dejarlo que se nos hace tarde

Jorge, 15:19

Muy bien, ha sido un placer. A seguir 😉 y no te olvides de irritar un poco.

Verónica, 15:19

Lo intentaré 🙂

¡Hasta la próxima!

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